martes, 11 de marzo de 2014

El Ayuntamiento proyecta una zona de secado de algas para ahorrar hasta 85.000 €

Las playas de Benidorm generaron el año pasado 1.000 toneladas de posidonia. El tratamiento de estas algas le cuesta al Ayuntamiento entre 75.000 y 85.000 euros, ya que los centros especializados le cobran una media de entre 75 y 85 euros por tonelada. Para ahorrarse estos costes, la Concejalía de Medio Ambiente de esta localidad ha elaborado un proyecto para llevar a cabo una zona de secado de alga y recuperación de arena de playa, que situará en un espacio acantilado al final del paseo de Tamarindos.
El concejal de esta cartera, Vicente Juan Ivorra, explica que el proyecto está a la espera de la aprobación del área de Costas del Ministerio de Medio Ambiente. «Sus técnicos, de momento, han visitado la zona, han conocido la iniciativa medioambiental y les ha encantado», incide.

El edil señala que la principal problemática a la hora de retirar estas algas es su peso, ya que traen consigo agua y arena. «De hecho, el 50% del mismo es la arena que arrastran consigo», explica Ivorra. Con esta zona de secado conseguirían extraer estos dos elementos para hacer la posidonia mucho más ligera.
En un principio, indica el concejal, dividirían el lugar en cuatro zonas. La primera sería la destinada al «Vertido y secado del agua». Ésta se situaría junto al mar, «y la propia agua iría escurriéndose por sí sola». La segunda sería la de «Aireación del alga», en la que se conseguiría, entre otras cosas, que cayera la arena, para depositarla en la zona cuatro, que es la de «Recuperación de la arena para devolverla a la playa».

La zona tres es la que han denominado «Alga seca para retirar», que es donde se colocará la posidonia para su posterior traslado. «Al tener las algas ya tratadas para uso, por ejemplo agrícola, es más sencillo que haya empresas que se presten a recogerlas incluso por nada de dinero. De esta forma podemos llegar a ahorrar hasta 85.000 euros», señala el concejal. No obstante, esta cifra va variando cada año en función de los temporales. Y es que, mientras en 2013 se recogieron mil toneladas, en 2012 sólo hubo 333, por lo que el gasto fue tres veces menor. No obstante, según Vicente Juan Ivorra siempre es una medida que beneficia al medio ambiente y al estado de la arena de las playas, «ya que la reaprovechamos».

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