En la provincia de Alicante se ha doblado la creación de cooperativas de trabajo
en los últimos años (de 21 a 40), impulsadas, principalmente, por la
modificación tramitada el 1 de enero de 2013 en la Ley de Cooperativas
de la Comunidad Valenciana, permitiendo que se constituyan a partir de
un mínimo de dos socios. En algunas zonas, como Benidorm y la Marina
Baixa, el crecimiento porcentual ha sido mucho mayor,
tramitándose hasta seis en los últimos meses cuando durante años se
formaba una o ninguna cooperativa. La diferencia de éstas con las
empresas tradicionales es que en las primeras se pone a las personas por encima del capital,
tomándose las decisiones de forma democrática, con un voto por socio,
independientemente del capital aportado. También los autónomos que
forman cooperativa logran un 30% más de ahorro que el
que obtendrían de forma independiente, además de poder cotizar en el
régimen de la Seguridad Social. Por todo ello, cada vez son más los que
buscan en esta fórmula una salida a su propia crisis, una vía de autoempleo por la que pujan, principalmente, personas con estudios superiores.
Lo demuestra un informe elaborado por Fevecta, la Federación Valenciana d'empreses Cooperatives de Treball Associat, basado en el perfil de los emprendedores que han atendido en toda la Comunidad Valenciana en el último año. El estudio refleja que del total de personas atendidas (1.135 en toda la región), un 51% eran mujeres frente a un 49% de hombres; el 50% del total era licenciado o contaba con una diplomatura, seguidos de un 34% que tenían estudios medios, y un 15% de estudios de nivel básico. Además, en cuanto a la situación laboral, creció el número de emprendedores en situación de desempleo que buscaban en la cooperativa una fórmula de autoempleo (hasta el 67% de los casos), seguidos por un 16% de autónomos.
En cuanto a las edades, el tramo de edad en el que este tipo de empresa tiene más aceptación se sitúa entre los 31 y los 45 años.
Servicios e implicación
Según explicaron desde la federación, la diferencia principal entre una cooperativa de trabajo y las tradicionales o más conocidas, como son agrarias, de vivienda o de crédito, es que en las de en las de trabajo los socios son a su vez empleados de la empresa, «haciendo que se alcance un nivel de implicación mucho mayor y una motivación muy superior a otro tipo de empresa».
Además, las cooperativas de trabajo sirven para cualquier sector productivo. Juan Vazquez, responsable de Fevecta en Alicante, explica en este sentido que «la tendencia en la provincia hace tiempo que ya no mira hacia la industria para generar empleo, sino que lo hace hacia una opción que ha sido la gran desconocida pese a tener más de dos siglos de historia: La cooperativa». Vazquez apuntó así que éstas crecen en el sector servicios, sobre todo en zonas turísticas como la provincia de Alicante, «porque los profesionales consiguen unir recursos logrando una competitividad que no tendrían si las ofrecieran por libre, o al menos es lo que están demostrando».
La tendencia cumple así la máxima de que «la unión hace la fuerza». Es lo que defienden también Patricia Pardo y Victoria Villar, asesora fiscal y laboral y economista que están impulsando la creación de cooperativas en Benidorm, tras empezar formando la suya propia «Negocios Benidorm». Apuntan que las ventajas son innumerables, no sólo a nivel de implicación sino en el fiscal y de protección social.
Lo ejemplifican recordando, por ejemplo, que «mientras desde enero de este año en las Sociedades Limitadas se ha subido la cuota de autónomo del administrador, de 260 a 314 euros, y el Impuesto de Sociedades ronda ya el 35%, en el caso de las cooperativas esto cambia por cuanto el impuesto es del 10% y a la hora de cotizar se puede optar por el Régimen General de la Seguridad Social o el de autónomo, inclusive pudiéndose aplicar la tarifa plana en el primer caso».
Añadieron además que existen muchas subvenciones a fondo perdido, que llegan hasta los 5.000 y los 7.000 euros, para que los desempleados puedan autoemplearse. Y es que, según inciden, «tras la crisis nada será igual que antes y actualmente encontrar trabajo pasa en gran medida por generarlo uno mismo».
Lo demuestra un informe elaborado por Fevecta, la Federación Valenciana d'empreses Cooperatives de Treball Associat, basado en el perfil de los emprendedores que han atendido en toda la Comunidad Valenciana en el último año. El estudio refleja que del total de personas atendidas (1.135 en toda la región), un 51% eran mujeres frente a un 49% de hombres; el 50% del total era licenciado o contaba con una diplomatura, seguidos de un 34% que tenían estudios medios, y un 15% de estudios de nivel básico. Además, en cuanto a la situación laboral, creció el número de emprendedores en situación de desempleo que buscaban en la cooperativa una fórmula de autoempleo (hasta el 67% de los casos), seguidos por un 16% de autónomos.
En cuanto a las edades, el tramo de edad en el que este tipo de empresa tiene más aceptación se sitúa entre los 31 y los 45 años.
Servicios e implicación
Según explicaron desde la federación, la diferencia principal entre una cooperativa de trabajo y las tradicionales o más conocidas, como son agrarias, de vivienda o de crédito, es que en las de en las de trabajo los socios son a su vez empleados de la empresa, «haciendo que se alcance un nivel de implicación mucho mayor y una motivación muy superior a otro tipo de empresa».
Además, las cooperativas de trabajo sirven para cualquier sector productivo. Juan Vazquez, responsable de Fevecta en Alicante, explica en este sentido que «la tendencia en la provincia hace tiempo que ya no mira hacia la industria para generar empleo, sino que lo hace hacia una opción que ha sido la gran desconocida pese a tener más de dos siglos de historia: La cooperativa». Vazquez apuntó así que éstas crecen en el sector servicios, sobre todo en zonas turísticas como la provincia de Alicante, «porque los profesionales consiguen unir recursos logrando una competitividad que no tendrían si las ofrecieran por libre, o al menos es lo que están demostrando».
La tendencia cumple así la máxima de que «la unión hace la fuerza». Es lo que defienden también Patricia Pardo y Victoria Villar, asesora fiscal y laboral y economista que están impulsando la creación de cooperativas en Benidorm, tras empezar formando la suya propia «Negocios Benidorm». Apuntan que las ventajas son innumerables, no sólo a nivel de implicación sino en el fiscal y de protección social.
Lo ejemplifican recordando, por ejemplo, que «mientras desde enero de este año en las Sociedades Limitadas se ha subido la cuota de autónomo del administrador, de 260 a 314 euros, y el Impuesto de Sociedades ronda ya el 35%, en el caso de las cooperativas esto cambia por cuanto el impuesto es del 10% y a la hora de cotizar se puede optar por el Régimen General de la Seguridad Social o el de autónomo, inclusive pudiéndose aplicar la tarifa plana en el primer caso».
Añadieron además que existen muchas subvenciones a fondo perdido, que llegan hasta los 5.000 y los 7.000 euros, para que los desempleados puedan autoemplearse. Y es que, según inciden, «tras la crisis nada será igual que antes y actualmente encontrar trabajo pasa en gran medida por generarlo uno mismo».
Fuente: diarioinformacion.com
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