miércoles, 14 de mayo de 2014

Una convocatoria que se atraganta

El gobierno local de Benidorm se ha visto obligado a rectificarse por tercera vez a sí mismo en el proceso selectivo para cubrir diez plazas de agente interino con las que ampliar la seguridad de las playas de cara a los cuatro meses del próximo verano. El principal motivo, la premura con la que se ha llevado a cabo el procedimiento, que ha obligado a realizar a toda prisa las bases de una convocatoria que sigue sin ver la luz. Ayer, el concejal de Seguridad, José Marcet, anunció que el Consistorio modificará por tercera vez las bases para la concurrencia de candidatos, con el fin de suprimir el carácter eliminatorio de la entrevista personal, con la que el ejecutivo pretendía cribar a los aspirantes dentro de la fase de oposición.
Como ya contó el sábado este diario, la presión ejercida por los sindicatos contra las primeras bases aprobadas por el ejecutivo forzó a elaborar un segundo documento, incluyendo entre las pruebas de carácter obligatorio y eliminatorio la realización de un examen para valorar las condiciones físicas de los futuros agentes. Inicialmente, el Consistorio había sacado de la convocatoria este test físico, con la intención de agilizar los plazos de selección, un hecho que fue considerado por la Junta de Personal del todo «ilógico», por tratarse de plazas de Policía, donde deben quedar acreditadas unas aptitudes mínimas.
El lunes, el grupo municipal del PP se sumó a las críticas sindicales, principalmente, por la inclusión de una entrevista personal dentro de la fase de oposición, con una puntuación de 0 a 5 y que preveía eliminar a cualquier candidato que, pese a haber superado las pruebas físicas y el test de conocimientos legales, no obtuviera una puntuación mínima de un 2,5 en la entrevista. Los populares cargaron las tintas contra la «subjetividad» del proceso selectivo, al dejar toda la capacidad eliminatoria en manos de un tribunal compuesto por cuatro técnicos. O dicho en otras palabras, dejaron caer que este mecanismo permitiría seleccionar a determinados candidatos pese a que en los exámenes previos, y objetivos, hubiera otros con puntuaciones mejores.
Ante esta situación, y pese a que las bases ya habían sido aprobadas el mismo lunes por el gobierno local, el concejal de Seguridad Ciudadana, José Marcet, avanzó ayer que el Ayuntamiento redactará un tercer documento –en realidad, un cuarto, porque el primero, elaborado por el jefe de la Policía se modificó sin valorar su aprobación–, en el que la entrevista deje de tener carácter eliminatorio y sólo sirva a los aspirantes para obtener puntos. En ella, según explicó Marcet, se valorarán con dos puntos sobre cinco los conocimientos sobre Benidorm; con otros dos, el inglés oral; y con uno, los conocimientos en salvamento y socorrismo de quienes opten a una de las plazas.
No empezarán en junio
Además, el concejal socialista afirmó que ha pedido que el secretario municipal emita un informe sobre si el test psicotécnico también debe incluirse de forma obligatoria en las bases. Oposición y sindicatos consideran «indispensable» la realización de este examen para acreditar la aptitud psicológica de los futuros policías, algo que el gobierno municipal hasta la fecha tampoco había incluido en ninguna de las bases que había aprobado. Marcet indicó su intención de que «todo se haga según la legalidad». No obstante, todas estas modificaciones sobre el planteamiento inicial obligarán a demorar los plazos e impedirán que los policías empiecen a prestar sus servicios en junio, como inicialmente estaba previsto.

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