El cableado, el aluminio, los marcos de las ventanas, los muebles de
dentro de las habitaciones, los cristales, las placas de cocina, hasta
el transformador de la luz... El edificio de apartamentos Flamingo Arena
ha sido totalmente saqueado. Desde hace ya varios años se encuentra
abandonado y su apariencia es desoladora. Catorce plantas de bloque se
levantan, entre la calle Lérida y Esperanto, con un aspecto
fantasmagórico.
La piscina está vacía y llena de broza, y el
jardín está repleto de matojos y árboles que crecen de una manera
salvaje. En los balcones de la planta baja, que dan al jardín, se pueden
ver apilados muebles totalmente reventados que dificultan el paso y
recuerdan a las casas en las que se atrincheran los soldados en las
guerras civiles. La instantánea que se puede sacar es tétrica aunque,
desgraciadamente, el tema de la imagen no es el peor asunto que rodea a
este gigantesco bloque de hormigón.
Vecinos y propietarios de
negocios hoteleros de la zona denuncian que desde hace varios años este
edificio lo han venido utilizando okupas como lugar de residencia y
ladrones como escondite para guardar los botines que consiguen robar en
las calles de alrededor. Incluso en los edificios contiguos. Por
ejemplo, en el apartahotel que está pegado, el Flamingo Playa, se quejan
de que algunos «cacos» aprovechan la noche para saltar una valla que da
a la zona de su piscina y levantarles los bolsos y los móviles a sus
clientes. «En ocasiones hasta las bebidas», denuncian, a la vez que
subrayan que el cabreo es generalizado, y que la mayoría de vecinos de
edificios cercanos también están hartos de los problemas que se derivan
de esta torre. Es más, han llegado a tener conocimiento de prostitutas
que utilizan este inmueble abandonado para ofrecer servicios a sus
clientes.
Fuentes de la Policía Local de Benidorm aseguran que
algunos de estos problemas se han ido erradicando en el último año. «El
verano pasado sí que tuvimos problemas con okupas que utilizaban este
edificio y los desalojamos. No tenemos constancia de robos y
prostitución en el interior de este bloque. Lo que no sabemos es si la
Policía Nacional habrá actuado. Las señoritas que ejercen estas labores
no suelen operar por aquí», precisan. No obstante, fuentes vecinales de
alrededor sí que creen que continúa siendo utilizado por okupas, aunque
ya en menor medida. Algunos establecimientos, como el Flamingo Playa,
han solicitado permiso al Consistorio benidormense para tapiar ellos
mismos las entradas a este bloque, con el fin de evitar este tipo de
incidentes. «Dicen que al ser una propiedad privada no nos pueden
conceder esa autorización», argumentan.
El Ayuntamiento pide que se valle
Por
su parte, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Benidorm,
Vicente Juan Ivorra, explica que se inició un procedimiento en el mes de
noviembre para pedirle a los propietarios del inmueble que vallen la
zona, con el fin de que no se pueda introducir nadie en este edificio
hasta que no se reforme. «Uno de los problemas que encontramos es que
era complicado saber quiénes son los dueños, porque también hay en medio
un proceso judicial. Muchos pisos, además, pertenecen a diferentes
entidades financieras», señala Ivorra.En mitad de este proceso,
según el concejal, una asociación policial pidió acondicionar la zona y
utilizar el bloque como escenario de simulacros internos. A cambio
eliminarían la entrada de okupas. Por esta razón, tal y como cuenta
Ivorra, se paralizó el procedimiento. «Se pusieron en contacto con uno
de los propietarios, la entidad bancaria Kutxa, y les desautorizó»,
apunta el edil. A partir de esta negativa han retomado el proceso para
que los propietarios acoten de alguna manera la entrada de cualquier
indigente o maleante. «Ya no sólo por la ilegalidad sino por la
inseguridad para la persona que pretenda pernoctar allí», comenta el
concejal.
Fuente: diarioinformacion.com
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