Una noche apareció en la cabina del disk jockey un bolso repleto de lo que parecía ser cocaína. Una mujer le pidió poder dejarlo porque iba al baño y minutos después un operativo de la Policía se presentó en el pub hallando la bolsa con la sustancia. Así relata el dueño del local de Benidorm Tropical House que comenzó su calvario que ha terminado de momento con su absolución y la de uno de los empleados. Ayer, Ricardo Villaroel pudor recoger su pasaporte ya caducado, pues se lo reiteraron desde que ocurrieron los hechos, el 11 de septiembre de 2010.
La Sección Tercera de la Audiencia dictó su absolución in voce el mismo día del juicio, pero espera seguir adelante con su investigación para esclarecer quienes son los responsables de su calvario, para cuya defensa ha tenido que afrontar un gasto cercano a 20.000 euros.
La defensa señaló en el juicio que en ningún momento se reflejó la llamada anónima que dio el chivatazo que propició el registro policial.
Fuente: lasprovincias.es
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