jueves, 10 de julio de 2014

El alcalde de Benidorm pacta con el PSPV ser candidato y retirarse luego en el Senado

El alcalde de Benidorm, el socialista Agustín Navarro, volverá a ser candidato a la Alcaldía una vez más en 2015, tal como anunció el vicesecretario de Relaciones Institucionales del PSPV, José Manuel Orengo, recientemente. No obstante, el munícipe tiene la vista puesta en otro sillón: el de senador en la Cámara Alta. Según confirmaron a ABC fuentes conocedoras de la operación, el benidormense ha pactado con su partido liderar una última vez la candidatura municipalel próximo mes de mayo, con el objetivo de retener el gobierno local, pero a cambio de convertirse luego en senador.
De esta forma, Navarro será el cabeza de lista del PSPV en Benidorm, para luego –con independencia del resultado que consiga– dimitir en un plazo de unos seis meses para irse al Senado. La fórmula para sentar al regidor en la Cámara Alta podría variar: o bien forma parte de la candidatura en las generales de 2015 –lo cual no le garantiza la elección, dado que las listas al Senado son abiertas y los candidatos figuran por orden alfabético–, o bien el PSPV lo sitúa como senador territorial elegido por las Cortes Valencianas, lo que parece más factible.
Según las mismas fuentes, el alcalde de Benidorm ya había negociado con la dirección del PSPV que lidera Ximo Puig –con el cual mantiene fuertes vínculos tras el pacto entre éste último y Leire Pajín en el congreso de 2012– el terminar su carrera política en el Senado. Un acuerdo que suponía que ni siquiera repetiría como candidato en los próximos comicios. No obstante, Blanquerías le ha propuesto que encabece la lista una vez más para aprovechar su tirón y los cinco años que lleva como alcalde –desde que llegó al cargo gracias a una moción de censura con un tránsfuga–.

El relevo: Rubén Martínez

Navarro, de esta forma, se ha avenido a liderar el cartel electoral del PSPV en Benidorm dentro de diez meses, pero con el compromiso de que –gobierne o pase a la oposición– su partido lo situará en la Camara Alta, previa dimisión de su cargo, sea éste el de alcalde o el de portavoz de la oposición. Así, el testigo de Navarro lo recogería, en principio, el secretario local del PSOE de Benidorm, Rubén Martínez, que iría como «número dos» de dicha candidatura.
El alcalde del principal bastión municipal que controla el PSPV en la Comunidad –junto a Alcoy y Villarreal– no busca solo un «retiro dorado» en el Senado. A pesar de que los dos grandes partidos hayan puesto sobre la mesa el debate de los aforados, hoy por hoy ser senador –o diputado nacional– equivale a estar aforado ante el Tribunal Supremo. Una garantía adicional en caso de que la causa que se sigue contra Navarro por «enchufar» a cuarenta y tres afiliados, simpatizantes y familiares de ediles avance.
Como ha venido informando este periódico, Navarro fue denunciado por el fiscal a mediados del pasado octubre, tras estudiar la abundante documentación aportada por el Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (SPPLB). El Ministerio Público apreciaba en las contrataciones denunciadas indicios de prevaricación y tráfico de influencias, sin descartar un posible delito de malversación. Tras la denuncia de la Fiscalía, el caso recayó en el juzgado de Instrucción número 2 de la ciudad, que citó a Navarro a declarar como imputado el pasado 5 de marzo.

En manos de Gema Amor

La instrucción, de momento, no ha avanzado más, por lo que el munícipe mantiene su condición de imputado. El juez no ha fijado nuevas declaraciones por el momento, aunque fuentes próximas a la investigación consideran que el próximo paso será citar a declarar –en principio, como testigos– a los técnicos municipales implicados en los procesos de contratación. Si Navarro llega al Senado y el caso sigue vivo judicialmente para entonces, el juzgado de Benidorm que instruye la causa tendrá que inhibirse a favor del Tribunal Supremo.
Navarro gobierna en estos momentos Benidorm gracias a un precario equilibrio de poderes y de egos. Tras dos años (de 2009 a 2011) con el apoyo de un tránsfuga del PP, José Bañuls, que ahora es asesor en el Consistorio, el socialista mantiene la Alcaldía gracias al apoyo de otra expopular, Gema Amor (quien en 2011 se presentó bajo las siglas del Centro Democrático Liberal, que ahora ha abandonado). La entrada en el gobierno de los tres liberales –todos expopulares– ha generado no pocas tensiones en el PSOE: el «número dos» de la lista, Juan Ángel Ferrer, se pasó al grupo no adscrito, y la edil de Hacienda, Natalia Guijarro, mantiene notables diferencias con Amor.
Fuente: abc.es

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