La decisión estaba tomada desde hacía «algún tiempo», pero no fue hasta el pasado 14 de mayo, con la comunicación de la inscripción en el registro de partidos, cuando tomó carácter oficial. Los tres concejales que lograron acta por el CDL en Benidorm, Gema Amor, Vicente Juan Ivorra y Miguel Llorca, militan ya en la formación de nuevo cuño Liberales de Benidorm (bajo las siglas LiBe, según el registro) con el propósito de concurrir a las próximas municipales en solitario, sin el paraguas de la marca Ciudadanos, como sí ha sucedido con el resto de agrupaciones locales del CDL en la provincia de Alicante.
Otra cosa es, según señaló ayer la propia Gema Amor, los acuerdos que se puedan alcanzar después de las elecciones. «Nuestro camino es este, apostamos por Benidorm», insistió, aunque no descartó que en un futuro si pueda materializarse la integración en el partido liderado por Albert Rivera, ahora en plena expansión nacional desde Cataluña.
Pero el acuerdo implica además una segunda consecuencia quizá todavía más trascendente: Amor no regresará a las filas del Partido Popular (PP) pese al ofrecimiento de su presidente regional, Alberto Fabra, y su interés por rescatar un viejo activo con vistas a su posible candidatura en 2015, al ser consciente de que su peso electoral acabó siendo decisivo en la formación de un Gobierno estable tras las municipales de 2011.
La actual primera teniente de alcalde y concejal de Turismo ratificó ayer que sí llegó a haber contactos con representantes de la dirección regional en ese sentido, pero sostuvo que las conversaciones no fructificaron. Amor confirmó que, salvo cambio improbable, ella misma será la cabeza de lista de Liberales de Benidorm el próximo mes de mayo.
Elecciones de 2011
Amor concurrió en 2011 bajo las siglas del CDL después de que el PP regional prefiriese al ex alcalde Manuel Pérez Fenoll como cabeza de cartel. El escrutinio no deparó el resultado esperado: el PSPV de Agustín Navarro se convirtió en la fuerza más votada, empatados a once concejales con el PP pero con casi 200 votos más.
Esa diferencia fue suficiente para que Pérez Fenoll se quedase sin la Alcaldía y sin opciones de presentar una moción de censura tras una hipotética alianza con el CDL de Amor. En realidad, los liberales acabaron convirtiéndose en los auténticos vencedores de la noche electoral, ya que, en su primera experiencia, lograron tres actas y se convirtieron en la llave del Gobierno.
Bastaron sólo unos meses para que Navarro acabase garantizándose el apoyo estable de Amor mediante un pacto en el que tuvo que ceder dos de las concejalías de mayor relevancia: Urbanismo y Turismo. El gran represaliado fue Juan Ángel Ferrer, hasta entonces titular de ambas delegaciones y contrario al pacto. Esa alianza dejó escrita la renuncia de Ferrer, que acabó materializándose sólo unos meses después, convirtiéndose en concejal no adscrito.
Fuente: elmundo.es
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