Mientras que el gobierno local de Benidorm libra su particular batalla con vecinos y sindicatos por el ruido y el horario de cierre de los locales de ocio, la Policía Local de la ciudad ha empezado a actuar con contundencia para forzar a los establecimientos a cumplir las normas. Agentes de este cuerpo han ordenado el precinto cautelar de un local en la calle Mallorca –situada en el barrio del Rincón de Loix, en la conocida como «zona guiri»– por incumplir «de manera sistemática» los horarios y otros aspectos legales. Además, ha remitido al juzgado una denuncia contra otros tres locales ubicados en el entorno de esta calle por emplear a inmigrantes sin papeles para captar clientes.
La primera de las acciones se ha dirigido contra el pub Beachcomber, al que la noche del jueves se le ordenó, según indicaron ayer fuentes oficiales de la Policía Local, el cierre de sus instalaciones y el precinto del equipo de música durante todo el fin de semana. Entre las causas de esta clausura, las mismas fuentes indicaron que dicho pub ha sido apercibido en numerosas ocasiones por mantener pasadas las diez de la noche las puertas abiertas y emitir música hacia el exterior, a pesar de estar prohibido expresamente en la normativa autonómica y las ordenanzas municipales. Asimismo, estas fuentes indicaron también que, entre los incumplimientos de este local está también el de tener contratado como personal de seguridad a trabajadores que carecen del certificado que capacitación que exige la Generalitat.
Por otro lado, la Policía Local también ha instruido diligencias judiciales contra otros tres establecimientos, situados en calles adyacentes a la de Mallorca, por tener entre sus trabajadores a inmigrantes que se encuentran en el país en situación irregular. Aunque el nombre de los tres locales no ha trascendido, fuentes policiales señalaron que se trata de establecimientos de tipo «top show», que ofrecen espectáculos de contenido erótico. En varias actuaciones en la zona, los agentes de la Policía Local detectaron que uno de estos pubs tenía trabajando como relaciones públicas a un inmigrante sin permiso de residencia, NIE, etc; mientras que en los dos restantes identificaron a otras dos personas que tenían cursada una orden de expulsión y la prohibición de entrada a territorio nacional. En todos los casos, estaban empleados sin contrato.
Ahora, estos locales deberán responder judicialmente por presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores y de inmigración ilegal, agregaron las mismas fuentes.
Quejas del sindicato policial
Como ya avanzó ayer este diario, el sindicato profesional de policías SPPLB volvió a denunciar el «desamparo» al que están sometidos los agentes de la Policía Local. A su juicio, existe una «contradicción entre las normas de la Generalitat y las ordenanzas municipales sobre el ruido, y los horarios y condiciones que luego pacta el alcalde o el concejal de Seguridad con los pubs», para que, por ejemplo, puedan prolongar su horario de cierre. El sindicato exigió al gobierno que traslade a los policías por escrito las órdenes que ha de cumplir, mientras que el coordinador de Seguridad, Carlos López, indicó que tal contradicción «no existe» y que todas las directrices «se ajustan a la normativa».
Fuente: diarioinformacion.com
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