«Tolerancia cero». A pocos días para que se inicie el verano y cuando la ciudad se prepara para el lleno turístico, el Ayuntamiento de Benidorm lanzó ayer un aviso a navegantes. Será «contundente» con todos los locales que incumplan las ordenanzas e impidan dormir a los vecinos del casco antiguo. Así lo anunció ayer el alcalde, Agustín Navarro, quien se reunió con los residentes del centro de Benidorm y avanzó que las actuaciones municipales para controlar a rajatabla a los establecimientos de este barrio se harán desde dos ángulos y empezarán la próxima semana.
Por un lado, el Ayuntamiento ha detectado que decenas de bares y cafeterías de la ciudad tienen instaladas en sus terrazas más mesas de las que realmente tienen autorizadas. «Hay quien tiene permiso para tres y luego pone treinta y tres», dijo Navarro. Por ello, a partir del lunes el gobierno local tiene previsto enviar a sus funcionarios a realizar inspecciones y comparar las mesas montadas con las autorizadas, tras lo cual, si no las quitan de motu propio, serán retiradas por operarios de Servicios Técnicos «aunque tengamos que llevarnos encima a los clientes», afirmó el primer edil. «No puede ser que el Ayuntamiento esté peatonalizando calles para facilitarles que puedan hacer negocio, y después estos mismos locales se aprovechen y no cumplan», agregó.
La ocupación de mesas y sillas en la vía pública es una de las cuestiones que más quejas ha provocado entre los vecinos de la zona centro. Por un lado, porque «ocupan prácticamente todo el espacio y obligan a quienes caminan a ir sorteando las mesas», según expusieron en el Consejo Vecinal los representantes de los vecinos. Por otro, porque muchos locales incumplen el horario y prolongan su apertura hasta pasada la medianoche, con el consiguiente ruido que soportan los residentes.
El segundo punto que pretende abordar el Consistorio es una reforma de la ordenanza municipal número 3, de Protección contra la Contaminación Acústica y Vibraciones, con el fin de incluir cambios en los artículos que fijan horarios, nivel de decibelios e insonorización. En su visita a este barrio, el alcalde trasladó a los representantes de las asociaciones de vecinos una copia de esta ordenanza, para que en el plazo de una semana le realicen sus propuestas y se pueda abordar el estudio de los puntos a modificar.
El alcalde manifestó que, ahora mismo, «el histórico equilibrio entre ocio y descanso se ha roto en favor de lo primero y no voy a permitir que el casco antiguo acabe despoblado porque la gente se tenga que ir de sus casas debido a que no puede dormir».
Más limpieza
Por último, Navarro anunció que el 23 de junio el servicio de limpieza de FCC se reforzará con 50 operarios, que actuarán con especial incidencia en las calles de este barrio, que pese a ser el más turístico, es uno de los más sucios de la ciudad.
Fuente: diarioinformacion.com
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