El propio alcalde, Agustín Navarro, ha explicado durante la inaguración que “se está buscando la forma de poder dotarlo”. Y es que con las instalaciones ya disponibles hay que hacer un proyecto museológico que determine qué se va a mostrar, dónde y cómo. Algo que también hay que decidir para l’Hort de Colón, la vivienda de finales del siglo XIX que albergará el museo etnográfico y que completa la ruta museística de la ciudad.
Navarro ha indicado que desde la Concejalía de Cultura y Patrimonio Histórico se está elaborando un estudio de costes, en el que se refleja cuánto cuesta ese proyecto museólogico, pero también a cuánto asciende el pago del personal disponible y otros gastos de funcionamiento -entre ellos el cambio de vitrinas o los ajustes en la iluminación-. Cuando se tengan esas cifras sobre la mesa el equipo de gobierno tendrá que decidir si asume la gestión directa de ambos museos o si por el contrario la deja en manos de una empresa privada.
El alcalde ha reconocido que esta cuestión se abordará en las próximas semanas y ha deslizado que entre las opciones que se barajan está que sea una empresa especializada en gestión cultural la que asuma de forma parcial esa gestión. De ser así, habría que elaborar un pliego de condiciones y licitar el museo.
Aunque la decisión no está tomada, todo apunta a que será una empresa la que se encargue de forma parcial o total de ambos museos para no generar gastos a las arcas municipales. Básicamente porque las cuentas del Ayuntamiento no están en disposición, por ejemplo, de asumir los salarios de nuevo personal.
A la espera de un proyecto museológico que determine cómo se organizara el museo, la Concejalía de Patrimonio Histórico ya adelantó hace unos meses que en Boca El Calvari se hará un recorrido por la Edad de Bronce, la época ibérica, la musulmana, el Benidorm medieval, por la vinculación de la ciudad con el mar a través de la pesca, la almadraba y la Marina Mercante. Y así hasta contar la génesis del turismo en los últimos años del XIX, al boom turístico de los años 50 y 60 hasta llegar a los inicios del siglo XXI.
Durante la inauguración de Boca El Calvari todos -la consellera, el alcalde e incluso el arquitecto del proyecto, José Manuel Escobedo- han coincidido en la importancia que tiene para Benidorm poner en marcha este museo, en el que vecinos y visitantes podrán conocer la historia de la ciudad y tener un espacio destinado a exposiciones temporales y permanentes.
El alcalde ha apuntado que con Boca El Calvari “la oferta museística” de Benidorm “va a crecer”, algo que por otra parte no era difícil si se tiene en cuenta que hasta ahora “es cero”. La consellera, por su parte, ha destacado que la propia estructura del edificio permitirá a los ciudadanos “conocer e interactuar con la cultura”. Algo a lo que contribuirá el hecho de que la planta baja del edificio es diáfana y está revestida de cristal, de tal forma que desde el exterior se puede vislumbrar la totalidad de ese espacio y de parte del sótano, que acogerá la sala Luis Duart.
La construcción de Boca El Calvari, que se erige en el espacio que anteriormente ocupaba el antiguo ayuntamiento, ha supuesto una inversión de 1,6 millones de euros; dinero que ha llegado desde el gobierno valenciana a través del Plan Confianza aprobado en 2009.
Fuente: lamarinaplaza.com
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