No se habla de otra cosa a día de hoy en España. Está a la orden del día, y es que debido a la abdicación de Don Juan Carlos, este dilema que nos acontece desde tiempos muy lejanos ha sido el tema de conversa de cualquier ciudadano español, a pesar de que últimamente algunos los que reclamaban la vuelta de la república, sin contar con la abdicación de este.
Muchos son los que desde siempre han apoyado a la República y han querido apostar por ella, pero si echamos la vista atrás, podremos comprender el porqué de muchas de nuestras dudas, como la que nos planteamos hoy en este periódico.
La Primera República se instauraba allá por el 1873 tras una revolución contra la actual reina de la época Isabel II, que era exiliada a París. El primer periodo republicano estuvo marcado por una gran inestabilidad política y social, que hizo que esta, solo durase once meses, cuando Martínez Campos dio un golpe de estado en Sagunto e inició la Restauración Borbónica en España.
Tras analizar tan solo la primera era de la República Española, ya podemos deducir que algo no cuadraba en este régimen político para que únicamente se mantuviese once meses en pie. Y es que así fue, a parte de la crisis económica, social y política que azotaba a España y de la tercera guerra Carlista, el problema más arduo que tuvo que atender la Primera República, fue restablecer el orden que estaba siendo alterado por los propios republicanos federales, que habían entendido la proclamación de la República como una nueva revolución, y se habían hecho con el poder por la fuerza en muchos lugares. Así que, en primera instancia, con la Primera República, la fraternidad entre hermanos era nula, haciendo predominar así la inestabilidad y la regresión política y social.
Pero, la Primera República Española la podemos catalogar de exánime al compararla con la Segunda, ya que este perduró 8 años. Tras una aclamación popular en el 14 de Abril de 1931, la República pasaba a ser de nuevo régimen político español, creando una nueva constitución totalmente liberal y aplicando una serie de reformas extremadamente anti derecha, que no llegaron a cuajar ni a agradar, tanto al bando republicano como al conservador. Por ello, y a los nacionalismos catalanes o vascos, además del prólogo de la Guerra Civil en Asturias y de choques callejeros entre militantes de los propios partidos, esto derivó en un nuevo golpe de estado, pero a diferencia del fin de la Primera República, la Segunda acabaría en una Guerra Civil.
Y aquí es a donde quería llegar, analizando la historia de España, vemos como la República nunca ha funcionado en territorio español, sobretodo por la forma económica en la que hemos vivido. Y es que, en tan solo 9 años de Repúblicas españolas, la inestabilidad política y social, guerras y adversidades se acrecentaron de una forma extenuante. Cada vez son más los acontecimientos premonitorios que nos hacen ver más cerca una segunda Guerra Civil, y es triste, porqué el hombre nunca debe de tropezar con la misma piedra dos veces; y con la República lo hizo y ahora pretende hacerlo una tercera vez, haciéndonos revivir un pasado despiadado y con los mismo motivos, como la radicalización de posturas políticas, nacionalismos o la inestabilidad política y social que nos azota.
La historia está ahí para saber que hicieron mal nuestros antepasados, para evitar de nuevo cometer los mismo errores, y al parecer en España, no aprendemos y poco a poco nos acercamos más al cataclismo español.
Rodrigo Quesada / @Quesadacid
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