domingo, 15 de febrero de 2015

Temor, censura y desasosiego

Desde mis inicios en la prensa local, siempre he pensado que el nivel de ésta es de lo más paupérrimo, como si de una línea descendente sin fin se tratase. Me reafirmo cada día leyendo noticias con errores ortográficos graves que, restan profesionalidad tanto al medio de comunicación, como al periodista que redacta la misma. Pero, errores durante una carrera laboral, hay miles. Servidor, no es una excepción a pesar de la meticulosidad, vocación y trabajo en todos y cada uno de mis escritos. Pero nunca me verán defender, como muchos dictaminan, la mayor equivocación del periodismo. La censura. Esa lacra de intereses que, ya sean por unos u otros, intentan silenciar en sus medios a personajes públicos, grupos políticos o proyectos en los que no tienen provecho económico o social. 

Parece ser, que les hablo de una utopía, ya que el hombre, por naturaleza, es inmoral, deshonesto, egoísta y lo que es aún peor; se corrompe con demasiada facilidad. No obstante, lo ilógico es que los periódicos y periodistas de la zona se tilden de plurales, de defensores de la libertad de expresión y de la democracia, cuando no dedican ni una sola línea a partidos políticos minoritarios por temor a que, los favores de los gobernantes de turno cambien de bando, por desasosiego a alentar a otros colegas de profesión, que el día de mañana puedan arrebatarles el puesto del que gozan en la actualidad; por miedo a que los que consideran ellos mismos enemigos acérrimos, sigan ganando mayores fuerzas y apoyos. 

Visto lo visto, y divisando el dantesco panorama periodístico, uno se replantea unirse a lo grotesco, a lo impúdico y a lo indecoroso. Pero, aún es más reconfortante y estimulante el luchar por ese derecho tan fundamental en una democracia, que no es otro que la libertad de expresión. Y este será el reto primordial de esta redacción. 

La pluralidad, valentía y firmeza ante el temor, censura y desasosiego de los demás.

Rodrigo Quesada / @Quesadacid

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