El joven británico al que ataron desnudo hace unas semanas a un poste del Tiki Beach de Benidorm, momento que recogió este diario, no debe de tener ni idea del revuelo que ha generado su cuerpo desnudo en la sociedad benidormense. El reportaje, en el que se reflejaba cómo se desmelenan los ingleses que celebran sus despedidas de soltero en la zona inglesa, ha derivado en un polémico debate social sobre cuál debe ser la imagen que tiene que dar Benidorm.
El primero en hablar del tema, de manera oficial, fue ayer el concejal no adscrito, Juan Ángel Ferrer, quien subrayó la necesidad de que el Ayuntamiento desarrolle una estrategia firme para acabar para con el turismo «de borrachera y del todo vale». Ferrer criticó que hay ciertos locales, como el Tiki Beach, en los que, durante el día, se puede ver a gente enseñando sus partes o protagonizando escenas sexuales con muñecas hinchables. «A mí me da igual lo que se haga en un bar privado. El problema es que este local se encuentra en primera línea de la playa de Levante y por allí pueden pasar niños. O en la terraza, que al fin y al cabo es un retranqueo y, por lo tanto, de uso público», reseñó.
Por su parte, la teniente de alcalde, Gema Amor, dijo ser consciente de estas prácticas, «que no son de nuestro agrado», agregó. Amor explicó que la Fundación Turismo ha tenido la idea de realizar una ordenanza cívica en la que trabajará una comisión que crearán en el próximo Consejo Vecinal. «Con ella se tratarán de evitar conductas censurables como entrar en un restaurante sin camiseta o algún tipo de exhibicionismo», dijo.
Asimismo, el portavoz del PSOE, Conrado Hernández, destacó que la polémica foto «es un hecho totalmente puntual, que el fotógrafo del rotativo tuvo la habilidad de captar y su empresa editorial decidió publicar en portada». Hernández afirmó que el turismo de despedidas «es apreciado por el sector si se realiza correctamente».
Fuente: diarioinformacion.com
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