Artículo de opinión: El cambio drástico que necesita Benidorm

Cambian los tiempos y las gentes. Cambia nuestra forma de ver el mundo y de vernos a nosotros mismos. A menudo esos cambios son para bien, y nada ha de objetarse a ellos. Otras, no del todo. 

Desde hará un poco más de treinta años, el bipartidismo en Benidorm es presente en nuestra localidad, pasando desde Catalán Chana hasta Zaplana, o bien desde Pérez Devesa hasta Fenoll y así, hasta llegar al actual alcalde, Agustín Navarro. Todos ellos son o han sido pertenecientes a uno de los dos grandes partidos políticos, no solo de Benidorm, sino de España. No obstante, hoy no vengo a hablarles sobre el bipartidismo creado a dia de hoy, sino más bien, vengo a hablarles de cambios.

Pedro Zaragoza Orts
(1922 - 2008)

Desde 1951, y en el mandato de Pedro Zaragoza Orts como alcalde benidormense, este realizó por aquel entonces, el cambio drástico en Benidorm para que nuestra ciudad sea lo que es hoy en día. Para aquella época, el plan de urbanización de Zaragoza Orts fue un cambio tan innovador, que en plena etapa franquista, el uso del bikini en Benidorm era tangible. Por ello, Zaragoza Orts sigue siendo recordado como uno, o el mejor alcalde de toda la historia de la localidad benidormense. 

Pero ya ha pasado más de medio siglo desde aquel entonces, y como bien les digo al principio del artículo, cambian los tiempos y las gentes, y las necesidades actuales de Benidorm son muy distintas a las de antaño. La necesidad del cambio es primordial, Benidorm necesita revitalizar el turismo de calidad y adaptarse a las nuevas tecnologías.

Para ello, se necesitan cambios, nuevos proyectos, como instalar una red Wifi gratuita para todo Benidorm o en una extensión que albergue a casi toda la ciudad; mejorar la seguridad ciudadana instalando los retenes necesarios para nuestra ciudad, o mejorar los servicios de limpieza, para encontrar un Benidorm limpio. Sepan, que las elecciones están a la vuelta de la esquina, que en 14 meses, el futuro benidormense se decide, y es indispensable un cambio; el cambio atrevido y oportuno para que nuevamente, se grabe en la memoria histórica de Benidorm un nuevo punto de inflexión para las generaciones venideras.

Rodrigo Quesada