En más de 2.500 salas de toda España, las entradas para ir al cine los días 31 de marzo, 1 y 2 de abril valen 2,90 euros. Es la Fiesta del Cine 2014, a la que acudieron más de 436.000 personas el primer día. La propiedad de los cines Colci de Benidorm y L’Alfàs y de los cines de La Vila Joiosa no se ha adherido a esta iniciativa, pero ha puesto en marcha la suya. Entradas a 2,50 euros, es decir, todavía más baratas, durante dos días, lunes y martes. El resultado: cola para entrar ambas jornadas a los multicines en el mismo centro de Benidorm.
No es la primera vez que los propietarios de los Colci han tomado este camino. De hecho, el pasado mes de octubre hicieron lo mismo y consiguieron que entraran casi 2.000 personas diarias, más incluso que estos dos días, si bien es cierto que entonces exhibían una cartelera más atractiva. Cualquiera puede llegar a la conclusión de que el problema del cine no es otro que el desorbitado precio de las entradas, más si cabe en un momento económico como el actual.
De hecho, fuentes de la dirección de los Colci abogan por una bajada general del precio de las entradas, en lugar de realizar fiestas puntuales como estas, en las que el precio lleva implícito también un IVA al 21%, algo inaudito en la Europa civilizada. Claro que habría que comenzar por las grandes capitales de provincia, donde una entrada puede llegar a costar hasta 9 euros, lo que genera una especie de psicosis general que se traslada a todas las salas, aunque en las de Benidorm, por ejemplo, el precio habitual sea de 6,50 euros, 5 el día del espectador.
Lo cierto es que las colas de estos días demuestran que “la gente quiere ver cine”, aseguran fuentes de la gerencia de los Colci. Es lo que pensaban cerca de las seis de tarde Teresa y Vereda, que llevaban soportando una cola de unas 200 personas casi media hora. Son dos amigas que iban con sus hijos. En total, ocho personas para ver ‘Ocho apellidos vascos’. Por 20 euros, lo que le podría costar a una pareja el cine un fin de semana sumando los extras, iban a poder ir todos juntos a una sala entre semana.
Esperando su turno también se encontraban seis jubilados de Alicante y Murcia, que cumplían con el ritual de las vacaciones del Imserso. “A este precio, vendríamos todos los días”, clamaban. Ellos se habían enterado el mismo martes de la oferta a través de boca-oído. Un cartero les había dicho que por la tarde podían tener un buen plan.
‘Ocho apellidos vascos’ era la película elegida por la mayoría de la gente que se ubicaba estoicamente en la fila. Y todos lo sabían. Así, unas vecinas de los mismos cines, que viven a pocos metros de las salas, tenían dos opciones más para ver otras películas por si llegaban tarde y ya no quedaban entradas. “Ganarían más dinero aunque la entrada costase cuatro euros” que a los precios habituales, comentaban.
En la cola se había generado un cierto suspense por saber si quedarían billetes para ver la película española de moda. Maribel y Yolanda habían ido con sus hijas atraídas por el precio. “Antes veníamos más”, dicen, antes de que el cine alcanzara estos niveles. Hablando de los 2,50 euros y de que los Colci habían decidido lanzar una oferta propia, el vecino de ambas en la lista de espera espetó: “Está muy bien, hay que desobedecer”.
Un poco más atrás, un grupo de niños de entre 11 y 15 años, todos ellos del mismo instituto, habían pedido dinero a sus padres para aprovechar el precio del día. ‘Capitán América: el soldado de invierno’ o ‘Monuments men’, de George Clooney, eran su objetivo. “Nos gustan las de acción”, concluyeron.
Desde luego, claro queda que el cine sigue ejerciendo una cierta fascinación. En la cola había gente de todas, absolutamente todas las edades, la mayoría personas que no se pueden permitir pagar por una entrada lo que valen de normal. Un IVA menor y un esfuerzo de distribuidores y exhibidores para bajar los precios a lo largo de todo el año seguramente ayudaría más al cine que estas acciones puntuales. Y cada vez está más claro que todos saldrían ganando. Al menos lo mismo que ahora.
Fuente: lamarinaplaza.com
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